miércoles, 17 de marzo de 2021

La única opción es vivir

 Cuando una hermosa cala está siempre tranquila y sin oleaje es porque hay una escollera exterior que la protege. Por eso es difícil y peligroso entrar y salir de ella.

Cuando estamos en una situación serena, apacible, confortable, es porque tenemos una barrera que nos protege... y que nos separa del exterior, que nos aísla. Es cómodo pero no recomendable.  No podemos aspirar a vivir en una burbuja ignorando la realidad. Hay que hacer como Buda, el príncipe que vivía feliz en un jardín maravilloso rodeado de un altísimo muro que le impedía ver más allá: saltar el muro, con todas las consecuencias, y encontrarse con la vida, con todo lo bueno y lo malo, con la felicidad y la tristeza... y luchar.

No es una salida alocada y suicida de la rada.  Hay cartas que describen los peligros y pilotos que conocen la manera de evitarlos pero es necesario coraje porque,  tras abandonar el puerto, la travesía continúa y ya es tarea nuestra. Hay que echar mano de nuestros recursos, de nuestras habilidades para coger los vientos, para desafiar las tormentas. Hay que utilizar nuestros conocimientos para trazar el rumbo y nuestra intuición en situaciones difíciles. Hay que dudar y acertar y equivocarse. En definitiva, vivir