miércoles, 8 de agosto de 2012

Cuando los sueños toman forma

No se por dónde empezar. Es difícil elegir entre un sentimiento y otro, entre una emoción y otra, entre un proyecto y otro. Creo que lo primero ha de ser describir la magnífica sensación de haber vuelto a ser fecunda, en lo que a producción poética se refiere. Tras mucho tiempo de escribir un poco a piñón fijo, casi por estricta obligación ante el ineludible compromiso adquirido,un par de poemas al año, y sin que con esto quiera decir que fueran poco inspirados o poco sinceros, me he reencontrado con mi manantial: casi con la misma naturalidad que brota el agua de la tierra, se han derramado por mi cuaderno poemas frescos, vitales, con alma. Surgían de lo más profundo, de los rincones más queridos de mi vida y se materializaban sin darme, prácticamente, tiempo a pensar, sólo a sentir, sólo a decir. Ha sido como si todo aquello que había estado contenido, dormitando en un silencio oscuro, me hubiera arrollado al liberarse y... realmente ha sido, es hermoso porque, igual que muchas veces verbalizar un problema es empezar a resolverlo, poner palabras a los sueños es una forma de empezar a vivirlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario